Herrera es la provincia más pequeña de Panamá con la fama de ser la tierra donde nadie es extranjero ya que los residentes son maravillosamente amables, serviciales y alegres. Está localizada en la Península de Azuero. Su capital es la ciudad de Chitré. Posee una gran riqueza natural y folclórica. Es también conocida por sus excelentes artesanías de barro, encontradas en las calles de Chitré y Parita. Posee un marcado estilo colonial en el trazado de sus ciudades y en la filosofía de sus habitantes.Herrera está llena de historia y tradición. 

La temperatura durante el año oscila entre los 24 y los 28 ºC en la época lluviosa y, algo más caluroso, entre los 28 y los 30 ºC, en la época seca.

Entre las actividades agropecuarias recomendadas está el cultivo de frutas como: cacao, frijol, tabaco, arroz, café, maíz, sandía, caña de azúcar, melón, además de la cría de aves de corral y ganado vacuno. También se dan actividades industriales derivadas de éstas, por ejemplo, plantas de elaboración de azúcar, bebidas alcohólicas como el famoso Seco Herrerano y Ron Abuelo y de derivados lácteos.

Festividades Folclóricas de la Provincia:

  • Los Carnavales de la Berraquera en Chitré.
  • El Festival de la Caña de Azúcar en Pesé.
  • El famoso festival del Manito en Ocú.

Lugares para visitar:

Albina del Sarigua o Parque Nacional Sarigua

Sarigua no es un desierto, es un área que ha experimentado un proceso de salinización (sal en la tierra) es por esta razón denominada «Albina». La albina cubre el 80% del territorio la cual es influenciada por las mareas que mantienen la sal en la tierra, dado el proceso de salinización que ha sufrido se limita el desarrollo de la vegetación, no siendo la precipitación un factor determinante en la conformación del paisaje.

Tiene una superficie de 8 000 hectáreas. Con una antigüedad de mas de 11.000 años de ocupación humana, la convierte en una de las zonas más antiguas de Panamá y es considerada como una de las tierras más secas del país. 

Museo de Herrera

Fue construido por un coronel en el año 1917, y posteriormente fue convertido en una oficina de correo. En los años 1950 se pensaba en cómo debía ser un lugar para presentar las distintas muestras de historia y memorable que tenían algunos habitantes, por lo que se escogió este lugar como museo. Tiene una estructura de dos pisos, y cinco salas con diferentes reseñas, tanto de objetos prehistóricos, como de artefactos que fueron evolucionando por décadas.